Tengo preguntas

Parece que dejar pasar las respuestas de algunas cuestiones es parte de crecer… de soltar… de no tratar de tener el control…

Pero fantasear no está mal, ¿no?

Y aunque ya no «necesito» saberlo todo, aún tengo conversaciones ficticias en mi cabeza en las que algunas circunstancias cobran sentido… aunque sea doloroso.

Por lo visto, mi gusto por entender sobrepasa mi necesidad de autocuidado…

Por ejemplo te preguntaría si me has extrañado, si te dolió en ese momento, si me recuerdas al pasar por algún lugar, si hay sabores que me llevan a tu memoria, si algún sueño te hizo preguntarte por mí, si algún día de la nada mi nombre surgió en tu cabeza, si tienes frases claras de momentos específicos y lugares especiales o si sabes que hay solicitudes de mensajes.

A Ella le preguntaría si fue doloroso, si descansó, si también ella se fue preocupada por mí, si sabía cuánto la amaba, si sabía lo fundamental que fueron sus palabras, sus actos y su amor para la persona que soy y que seré; si cree que estoy lista para caminar sin ella, si dejó alguna leche de arroz que me ayude en mis peores días.

Me gustaría que ese señor me respondiera si alguna vez ha pensado que yo también lo he necesitado, si recuerda cuánto me cuidaba, si alguna vez pedirá una disculpa, si sabe las heridas que su inconsistencia generaron.

A mi paz le preguntaría si sabe lo gratificante que es su mirada, lo infinitamente tranquilizante que son sus palabras, lo hipnotizante que es su compañía; pero sobre todo si tiene claro la bomba atómica con la que comparte la vida.

Al parecer tengo muchas preguntas:

¿Serás capaz de cuidarte como te cuido?

¿Me amaste?

¿Para qué regresaste?

¿Por qué te fuiste?

¿Qué recordarás de mí cuando ya no esté?

3 respuestas a “Tengo preguntas

Add yours

Deja un comentario

Subir ↑